Muchas familias planifican la compra de un piso como en el cuento de la lechera, asumiendo un final feliz. «Nos darán las llaves del piso nuevo en mayo. En enero pondremos a la venta nuestro piso y con lo que nos den pagaremos la hipoteca, nos quedará para dar una buena entrada y podremos dejar la hipoteca del piso nuevo en unos 1.200 euros, que podemos pagar justitos con los dos sueldos». Ahora estas cuentas no se están cumpliendo. Los pisos tardan más en venderse y los intereses de la hipoteca que se previeron al comprar el nuevo piso se han incrementado hasta en un 20%. Gonzalo Bernardos, director de asesoría y consultoría inmobiliaria de la u.b, explica que «en barcelona se están alargando los plazos y ya cuesta seis o nueve meses vender un piso. La gente que ha comprado otro ese retraso le está poniendo en aprietos». Bernardos recuerda también que el valor de los pisos de segunda mano a veces no se fija según una valoración objetiva, sino «pensando en el crédito que pueden asumir para pagar la cuota». Antes esa sobrevaloración era absorbida en pocos meses por la subida del mercado. Ahora esto no se produce y el piso no se vende.
Leído el martes en La Vanguardia
13 noviembre 2006 at 17:01
Problema: para la gente un piso no es un lugar donde vivir sino la entrada para otro más caro.
Consecuencia: los que venden su pisito quieren sacar lo máximo posible. Los que les ayudan, mal llamados «asesores» inmobiliarios también quieren sacar tajada, con lo que les convencen de que su piso vale eso y ucho más. Y el precio del piso usado se dispara.
Lo que está pasando: a la gente le está cogiendo miedo, ya no compran con tanta alegria y las mierdecillas sobrevaloradas ya no salen. Que pongan precios reales y el piso va a volar en dias, porque la demanda existe.
Conclusión: la lechera cree que tiene huevos «ecológicos» y que va asacar una pasta cuando en realidad los tiene de segunda.
13 noviembre 2006 at 18:49
En esta vida hay que ser más realista y tener un poquito de cabeza…
Cuantos no conozco que se metían hasta el cuello con los intereses bajos con lo de ‘cuando no pueda pagarlo lo vendo y aún sacaré dinero’…
Aquí todo el mundo quiere jugar a ser especulador, sin darse cuenta de que las cosas no son tan sencillas como se prometen algunos…
13 noviembre 2006 at 19:03
Yo me dí cuenta de que se estaba perdiendo perspectiva en el tema inmobiliario cuando me dijeron «25 millones es barato».
¿Estallará la burbuja como en Japón? Ansioso estoy por descubrirlo…
13 noviembre 2006 at 21:28
Bueno, en esto desde luego sí que debemos echar de menos a Franco. Antes, una paguita por casarte y un pisito gratis. Si es que hay que volver a los 50, redios.