Hoy ha saltado a la palestra en todos los informativos la irrupción en el mundo pornográfico de una doble de Sara Palin, de la mano de Larry Flynt, el famoso productor de cine erótico.

Pero no crean que la idea de Larry ha sido genuina y fresca. Él se hace con el galardón gracias a su dinero. Desde hace meses las agencias de cine de moral distraída buscan desesperadamente dobles de la futura vicepresidenta americana.

Aquí no ocurrirían esas cosas con nuestra primera dama. Recordemos la censura a El Jueves, y fue sólo por un dibujo. Tenemos que conformarnos con las bragas de la princesa, y de lejos.