………..La séptima planta de Génova 13 es una superficie pulida y perfecta de penumbras livianas. La señora de la limpieza saca su mejor brillo y los últimos encorbatados hacen equilibrio sobre el mármol cual aves zancudas. Casi todos los despachos están vacíos y oscuros. Bajo la última lámpara brillan leves canas bajo cuatro últimas sillas, y sobre ellas los cuatro últimos culos de cuatro individuos, uno de ellos el último hombre.
………..-Aquí hay un ofrecimiento público para ir en las listas al Congreso por Madrid y otro privado.
………..Alberto se queda mudo. Observa a Esperanza con gesto duro. La rubia lo ha maquinado desde hace meses, pero se ha callado como una puta. Ángel juega con el Bic roído y Mariano capta las miradas sanguinolentas de sus dos compañeros. Alza la voz, jodido.
………..-Estoy harto de vuestros enfrentamientos. A dos meses de las elecciones esto no se puede tolerar, tenemos que arreglarlo.
………..-Presidente, yo he obtenido un resultado extraordinario en Madrid. Llevo 16 años de mayorías absolutas ininterrumpidas. Creo que puedo aportarle mucho al partido y a ti si te acompaño en las listas. Creo que es bueno para todos y por eso te lo he pedido.
…………-Si es por resultados –interrumpe Esperanza, tensando el cuello-, yo he sacado los mejores de toda la historia del PP de Madrid en las últimas elecciones. Como sabéis, hemos ganado hasta en Pinto, y en otros pueblos donde la izquierda siempre había sido mayoritaria. Si se trata de ir en la lista para ayudarte a ti y al partido a arrastrar votos, yo me apunto. Creo que deberíamos quedarnos los dos en nuestros puestos, pero si creéis que es bueno que vayamos en las listas, estoy dispuesta.
…………Alberto encaja el gancho, aunque con sudor. Va a castigarle el hígado. No es la primera vez. Lo grave es que los demás lo saben.
…………-Esto es una trampa, una encerrona.
…………-Muy bien, habéis explicado vuestra posición –dice Mariano, al fin-. Yo creo que, como dice Esperanza, lo mejor que podéis hacer los dos es quedaros en vuestros puestos. Es lo mejor para el partido.
…………-No puede ser. No me podéis hacer esto –Alberto alza la voz y arquea las cejas blancas-. Llevo 30 años en este partido, ayudé a fundarlo, me he dejado la vida y nunca he pedido nada. Es la primera vez que lo hago, era mi ilusión –Mariano le observa atónito, nunca le había visto encolerizado. Alberto se percata y baja el volumen-. Mariano, tú has tomado tu decisión. Y yo la mía. Después del nueve de marzo dejaré la política. No quiero hacer daño al partido, pero no puedo seguir así. Sólo te prometo una cosa. Para evitar hacer daño a tu campaña, no haré pública mi decisión hasta después de las elecciones.
…………-Vamos a tranquilizarnos –resucita Ángel-. Tenemos que pactar una explicación de lo que está pasando aquí, hay que contárselo a la gente para que lo entienda. Tenemos que decir que estamos todos de acuerdo en esta solución de que nadie vaya en las listas.
…………-A mí me parece bien la decisión que has tomado, y quiero decirlo, Mariano -interrumpe Esperanza.
…………Alberto desearía levantarse de la mesa y clavar el Bic roído de Ángel en el ojo estrábico de Esperanza. Pero prefiere respirar hondo y regresar con Marimar al teatro. Aquella marca de dos siglas que él inventara le da la espalda y queda robusta y firme como roble centenario. Él queda sumido bajo su raíces convertido en estiércol de segunda. Se levanta de la silla, coge su carpeta y se da el piro.
…………-Yo no estoy de acuerdo, es evidente. No se puede pactar nada. Mejor lo dejamos .