O cómo simplificar al máximo un luctuoso hecho, para obtener beneficio político/mediático.

¿Hace falta explicar lo obvio, lo que saben todos de por qué se empieza a eliminar físicamente otra vez a la derecha? La derecha se está ganando de nuevo muchas enemistades, y todo lo que pueda pasar tiene un motivo, porque hay que comprender, siquiera parcialmente, las razones de quienes desean terminar rápidamente con el problema. Como en los viejos tiempos. Un burgomaestre democráticamente elegido del PP. Un hacendado que se arrima al PSOE. El del PP que termina despanzurrado en una era, con una escopeta de postas. Lo normal.

Reconozco que ese «lo normal» me ha producido repelús y asco a partes iguales. Como el resto del artículo, todo hay que decirlo.